¿Cuándo debo ir al fisioterapeuta? – descubre las razones.

¿Sabrías enumerar varias razones por las que acudir al fisioterapeuta? El fisioterapeuta es un profesional sanitario que puede actuar sobre la prevención, tratamiento y disminución de los síntomas derivados de problemas musculoesqueléticos.

El avance de la ciencia ha mostrado que la actuación del fisioterapeuta es útil en muchos campos, desde la pediatría, enfermedades cardiovasculares, neurológicas o metabólicas, procesos oncológicos, etc.

Puede actuar mediante la educación, prevención y pre-habilitación del individuo, tratando patologías ya instauradas, o bien sobre procesos crónicos/persistentes.

En esta ocasión nos centraremos en hablar sobre los campos de actuación del fisioterapeuta sobre el dolor y el sistema musculoesquelético.

A continuación proporcionaremos 5 razones para ir a fisioterapeuta:

DOLOR

El dolor es uno de los motivos de consulta más habituales en los centros de fisioterapia, y representa un problema de salud a nivel mundial.

En estos casos, el fisioterapeuta debe realizar una valoración de los síntomas y determinar si es un problema de su competencia, o es necesaria una derivación a otro profesional sanitario.

La fisioterapia puede beneficiarte en diferentes aspectos del dolor, no siempre el objetivo del tratamiento es la resolución completa de los síntomas.

En ocasiones la mejora puede ser una disminución de la intensidad de dolor, la disminución en la frecuencia de los episodios, una reducción en la duración del dolor.

Para proporcionar los beneficios sobre el dolor, la fisioterapia tiene dos grandes grupos de técnicas.

Lo ideal es la combinación de ambas en función de la fase en la que se encuentre el paciente.

El primer grupo de técnicas son las pasivas, enfocadas a la disminución de los síntomas. Forman parte técnicas de terapia manual, agentes físicos o procedimiento invasivos.

El segundo grupo es el de las técnicas activas, destinado a la continuar disminuyendo síntomas y crear adaptaciones en los tejidos.

REHABILITACIÓN DE LESIONES

Cuando se produce alguna lesión, los componentes afectos y su entorno, deben readaptarse para poder volver a realizar esfuerzos similares previos a la lesión.

En función del grado de la lesión y los componentes afectos, el fisioterapeuta determinará si es necesario o no el trabajo de rehabilitación específico antes de volver a la actividad.

En numerosas ocasiones, las lesiones se acompañan del dolor, por lo que el tratamiento se asemeja al del apartado anterior.

En estos casos, el trabajo principal requiere de ejercicio terapéutico enfocado a la actividad a recuperar.

Es importante también el desarrollo de estrategias enfocadas a disminuir el riesgo de lesión. Para ello, la rehabilitación con ejercicio terapéutico y la combinación con estrategias como el vendaje pueden ser de ayuda.

LIMITACIÓN DE LA FUNCIÓN

En ocasiones, ya sea por dolor o por una disminución de la movilidad en las articulaciones, podemos ver comprometida nuestra capacidad para realizar tareas cotidianas, laborales o recreativas.

Desde poder alcanzar algo en una despensa alta, desabrocharse el sujetador, atarse los cordones de los zapatos, correr o incluso levantarse de la cama.

Uno de los objetivos principales de la fisioterapia es este mismo, recuperar o mantener una función.

En estos casos, la terapia manual y/o el ejercicio terapéutico son la combinación adecuada para conseguir recuperar o mejorar la función.

ENFERMEDADES DEGENERATIVAS

Otro de los escenarios en los que la fisioterapia puede actuar es en la paliación de lo síntomas.

En enfermedades de carácter degenerativo, como pudiera ser la esclerosis múltiple o el párkinson, el ejercicio terapéutico tiene el objetivo de preservar la función lo máximo posible.

De este modo, se puede frenar el avance de las limitaciones funcionales derivadas de la disminución de la capacidad motora.

En este caso, uno de los objetivo es mantener a las personas lo más independientes posibles, así como trabajar sobre su calidad de vida.

Sin embargo, el pronóstico vendrá determinado principalmente por la patología subyacente a la situación.

INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS

Los beneficios de la fisioterapia en la preparación antes de una cirugía están demostrados en la literatura científica de diversos escenarios quirúrgicos; mejorando el pronóstico de recuperación y disminuyendo la estancia hospitalaria.

De igual manera, tras una cirugía mayor la fisioterapia es clave en la recuperación. Pensemos por ejemplo en una prótesis o una reparación de ligamentos/meniscos.

Es importante, en esta situación, recuperar los tiempos de curación biológica de cada tejido, por lo que la intervención con fisioterapia estará determinada por esta fase de curación.

En las primeras fases la fisioterapia se encarga de disminuir el dolor y/o el componente inflamatorio y preservar la movilidad.

A medida que el proceso de curación permite la introducción de cargas mayores, el componente de ejercicio debe ir aumentando su presencia y la intensidad.

De modo que el objetivo sea recuperar la máxima funcionalidad posible, y asemejarse a la situación previa a la operación.

¿ES RECOMENDABLE IR AL FISIOTERAPEUTA SI NO TENGO NINGÚN SÍNTOMA?

Como hemos hablado, uno de los campos de actuación del fisioterapeuta es la prevención. Sin embargo, en estos casos la herramienta a emplear es el ejercicio terapéutico.

El empleo de terapia manual carece de sentido preventivo, ya que sus efectos principalmente están destinados a la modificación de síntomas.

Si nuestra intención es prevenir la aparición de dolor, lesiones o enfermedades, nuestra herramienta de elección es el ejercicio.

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