El entrenamiento de fuerza además de producirnos grandes beneficios a nivel cardiovascular, de composición corporal, y muchos otros aspectos, es el principal medio de prevención de las lesiones óseas. Estas lesiones, que pueden deberse a desgaste de articulaciones, impactos o malos apoyos, pueden prevenirse con este tipo de entrenamientos de fuerza.
Los músculos son la capa más externa de nuestro cuerpo después de la piel, y además de ofrecernos cualidades como la velocidad, la resistencia o la potencia, son un sistema que protege nuestro cuerpo. Por eso, cuando nuestro cuerpo está fuerte y la masa muscular se encuentra compensada, favorecemos esa acción protectora de los músculos.
Por ejemplo, en una lesión en la que se puede romper total o parcialmente un ligamento, como pasa muy frecuentemente en las rodillas, tener una musculatura fuerte que compense y ayude en ese movimiento de torsión, va a proteger las estructuras como ligamentos o tendones. Este tipo de lesiones también se manifiestan en forma de problemas lumbares, problemas en la cadera o en los hombros
Por ello es siempre aconsejable, sea cual sea tu perfil y el deporte que te guste practicar, que añadas rutinas de fuerza en tu semana, debido a la mayor prevención de lesiones como mejora del rendimiento en el deporte que practiques o calidad de vida.
Porque esto no solo es aplicable a profesionales del deporte o amateurs, sino que tener unos músculos fuertes te va a aportar salud articular con el paso de los años.
Según el perfil del lesionado el entrenamiento de fuerza siempre se debe adaptar y ser individualizado, pero hay unos principios de entrenamiento básicos que ayudan al desarrollo de la fuerza, estabilidades y por tanto a la disminución del riesgo de volver a lesionarte o lesionarte en el que caso de que no lo hayas hecho.
Desde JGfitness creemos en el entrenamiento de fuerza como la base de cualquier actividad física o deporte que practiques, tenemos multitud de caso de éxito, y recuperación de lesiones, que con un trabajo, pautado y progresivo han conseguido recuperarse de sus lesiones.
Es imprescindible realizar este tipo de recuperaciones con profesionales del deporte. Algun ejemplo claro es el cliente que se encuentran con lesiones de tobillo o rodilla y quieren hacer un trabajo más avanzado, como las estabilidades, que el que su lesión les permite. Lo principal es ganar estabilidad para poder trabajar con rehabilitaciones basadas en inestabilidad. Para esto, el entrenamiento de fuerza de los músculos que protegen estas articulaciones son la clave, en estos casos los músculos del tren inferior el abdomen, conforme más fuertes y más control motor tengamos sobre ellos, mayor será nuestra estabilidad y mejor nuestro estado de forma.
Un prototipo de entrenamiento, desde nuestro punto de vista de profesionales del entrenamiento personal para estas lesiones podría ser:
- Sentadillas
- Peso muerto
- Hip trust
- Sentadillas búlgaras
- Abdomen
Todos variados en cargas e intensidades según en nivel y lesión que manifieste el cliente, ya que no debe ser el mismo entrenamiento según los diferentes grados de lesión. También hay que tener en cuenta el estado físico general de la persona, ya que una de las claves es lograr un equilibrio en el entrenamiento de fuerza. Es clave controlar si el cliente ya ha entrenado, si sus músculos están fuertes, o si, por el contrario, es un cuerpo muscularmente hablando, más débil. De esta forma, podremos adaptar el entrenamiento de fuerza a las necesidades y objetivos de cada cliente.