En los meses de verano y principios de otoño, las temperaturas pueden seguir siendo elevadas, y entrenar bajo estas condiciones requiere precauciones especiales… y más si hay ola de calor.
Muchas personas creen que cuanto más sudas, más grasa pierdes, o que entrenar con calor “acelera” los resultados.
En este artículo, vamos a desmontar mitos, repasar lo que es verdad y darte recomendaciones respaldadas por la ciencia para entrenar de forma segura.

1. MITO: SUDAR SIGNIFICA PERDER GRASA
Sudar es el mecanismo que tiene tu cuerpo para regular la temperatura, no un indicador directo de la quema de grasa. La pérdida de peso inmediata tras una sesión intensa de calor se debe sobre todo a la pérdida de líquidos, que se recupera al rehidratarse.
Si quieres saber más tienes todo un artículo hablando de ello en este enlace.
2. VERDAD: ENTRENAR CON CALOR AUMENTA LA DEMANDA CARDIOVASCULAR
Cuando la temperatura ambiente es alta, el corazón trabaja más para enviar sangre tanto a los músculos como a la piel para disipar calor. Esto puede elevar la frecuencia cardíaca y la sensación de fatiga.
Por ejemplo, es este estudio demostraron que el calor reduce el rendimiento en deportes de resistencia debido a la disminución del flujo sanguíneo muscular y el aumento del estrés térmico.
3. MITO: CUANTO MÁS INTENSO EL CALOR, MEJOR ENTRENAMIENTO
Entrenar en condiciones extremas puede ser contraproducente. Aumenta el riesgo de golpe de calor, calambres y deshidratación, lo que no solo perjudica el rendimiento, sino que puede ser peligroso para la salud.
4. VERDAD: LA ACLIMATACIÓN PUEDE AYUDAR
El cuerpo puede adaptarse al calor si se expone de forma progresiva. Esto mejora la eficiencia en la sudoración y la regulación de la temperatura.
La aclimatación suele requerir entre 7 y 14 días de entrenamiento controlado en condiciones cálidas.
5. RECOMENDACIONES PARA ENTRENAR CON CALOR
- Hidratación constante: Bebe antes, durante y después del entrenamiento. Añade electrolitos si sudas mucho.
- Evita las horas centrales del día: Entrena temprano o al atardecer.
- Usa ropa ligera y transpirable: Facilita la evaporación del sudor.
- Controla la intensidad: Ajusta tu entrenamiento según la temperatura y tu sensación de esfuerzo.
- Escucha a tu cuerpo: Mareos, dolor de cabeza o escalofríos son señales para detener el ejercicio.
SEGURIDAD ANTES QUE INTENSIDAD
Entrenar con calor puede ser duro, pero con la preparación adecuada y escuchando a tu cuerpo, puedes mantenerte activo sin poner en riesgo tu salud.
Olvida el mito de que “más sudor es más grasa” y céntrate en entrenar con intensidad, pero manteniendo las medidas adecuadas.
📌 En JG fitness te enseñamos a entrenar de forma efectiva y segura, haga frío o calor, lo importante es que te muevas!