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¿Conoces la calistenia? En el post de hoy vamos a hablar sobre el entrenamiento a través de esta modalidad, en la que la base principal es el trabajo con autocarga, es decir, únicamente con nuestro peso corporal.
¿Qué es la calistenia? Si aún no conoces esta modalidad, puedes pasarte a leer este artículo que redactamos en colaboración con el diario ABC y ponerte un poco al día sobre este tema.

¿Cuáles son los beneficios de la calistenia?

Cuando entrenamos a través de esta modalidad, realmente estamos trabajando varias capacidades físicas.

Trabajamos la fuerza, la estabilidad, la coordinación, la conciencia corporal, el equilibrio…

Por lo que la calistenia nos va a reportar todos los beneficios que nos aporta trabajar estas capacidades.

Algunos de estos beneficios, son:

  • Aumento de la fuerza y masa muscular
  • Mejora de la estabilidad y equilibrio
  • Mejora de la condición física general
  • Pérdida de grasa

¿Cómo practicar la calistenia?

Es cierto que la calistenia, a pesar de que trabajamos sin cargas externas, es una disciplina que llega a ser bastante exigente y compleja.

Existen numerosos ejercicios y movimientos en esta práctica, que pueden ir de un nivel accesible para casi todos, hasta aumentar su complejidad, de forma que solo los más experimentados pueden alcanzar.

Como todo, existe un proceso de aprendizaje y progresión, si nunca hemos practicado calistenia, no podemos empezar por el nivel avanzado, tendremos que comenzar con lo básico.

¿Pero y si además, a penas estoy en forma? ¿Puedo practicar calistenia? Claro que sí.

Esta práctica no requiere de apenas material, para realizarla, de hecho es bastante frecuente que se practique en lugares abiertos, como parques o playas.

Trabajar con nuestro propio cuerpo nos permite variedad de opciones y movimientos. Pero hoy os dejamos algunos de los más básicos.

Ejercicios con los que podemos comenzar a practicar este tipo de entrenamiento, de forma sencilla.
5 ejercicios básicos para iniciarte en la calistenia
  • Sentadillas: son un clásico de cualquier entrenamiento, trabajan músculos como los cuádriceps y glúteo.
  • Zancadas: Permiten aumentar la intensidad del ejercicio en miembros inferiores. Activan todos los músculos de las piernas y el glúteo.
  • Remo invertido en barra: Para trabajo de la espalda, podremos aumentar la exigencia a medida que coloquemos nuestro cuerpo más paralelo al suelo.
  • Flexiones: no tiene por qué ser en el suelo, podemos ejecutarlas en una superficie alta como un banco para reducir la exigencia y conseguir ejecutarlas de forma completa.
  • Plancha abdominal: Trabajo de abdomen, al principio bastará con aguantar la posición 10-15 seg, después podremos aumentar el tiempo y la dificultad de esta plancha básica.
¿Esto es todo?

Estos ejercicios que os dejamos aquí, son ejercicios básicos, que podemos realizar con nuestro propio cuerpo y sin material.

Pero desde aquí podríamos seguir avanzando en innumerables ejercicios y movimientos con los que ir aumentando la exigencia.

Lo importante es avanzar a medida que controlamos la técnica de movimientos básicos, para lograr otros más complejos. Reduciendo así el riesgo a lesionarnos.

No debemos frustrarnos por querer avanzar más rápido de lo que podemos, al igual que el resto de disciplinas, requiere de constancia y trabajo para ver progresos.

Si te gusta lo que has leído y quieres animarte a probar, seguro que encuentras un grupo al que unirte, guiado por un profesional de esta disciplina, ahí es dónde más y mejor vas a poder aprender.

Pero si no consigues encontrarlo y quieres empezar, no te olvides de informarte bien sobre como debes realizar cada movimiento y cómo realizar la técnica de forma adecuada.