Fisioterapia y Osteopatía Archivos - Tu Entrenador personal en Madrid Entrenador Personal en Madrid Tue, 27 Sep 2022 11:05:07 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.1 https://jgonzalez-fitnesscoaching.com/wp-content/uploads/2022/11/cropped-JGfitness-entrenador-personal-1-32x32.jpg Fisioterapia y Osteopatía Archivos - Tu Entrenador personal en Madrid 32 32 ¿Existen las contracturas? https://jgonzalez-fitnesscoaching.com/existen-las-contracturas/ Tue, 27 Sep 2022 11:05:07 +0000 https://jgonzalez-fitnesscoaching.com/?p=4349 Muchas veces asociamos el dolor de espalda/cuello a la presencia de contracturas musculares, generalmente por la sensación de tener un bulto en la región. Las contracturas son procesos más complejos, que tienen lugar en otras lesiones, como la espasticidad, pero ese dolor que tienes en la espalda y probablemente asocies a una «mala postura» no […]

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Muchas veces asociamos el dolor de espalda/cuello a la presencia de contracturas musculares, generalmente por la sensación de tener un bulto en la región. Las contracturas son procesos más complejos, que tienen lugar en otras lesiones, como la espasticidad, pero ese dolor que tienes en la espalda y probablemente asocies a una «mala postura» no es una contractura.

Hoy descubriremos que lo que asumimos como una contractura no es tan real como pensamos, y que este término se ha empleado como un «comodín» para justificar la aparición del dolor de espalda, el cuello, la pierna o cualquier parte del cuerpo en la que experimentemos dolor y una sensación de tensión.

¿Por qué se generan las contracturas de la espalda?

Solemos definir como contractura a una zona de dolor en la que se acompaña una sensación de tensión, incluso haciendo referencia a la presencia de un bulto.

Imaginamos, por lo tanto, que en nuestro tejido muscular se ha generado un nudo de sus fibras, y lo lógico es creer que igual que se forma, se puede desenredar.

Esta situación es un razonamiento muy cómodo, y que vale para cualquier dolor, sobre todo si es en la espalda y trabajas sentado/a.
Imaginemos que vas al fisioterapeuta, le cuentas estas sensaciones y te toca un poco la espalda, lo que la mayoría dirán es que tienes una contractura.

Además, justificará su aparición con un modelo erróneo, pero muy aceptado por la sociedad, como el de las malas posturas. La solución que te dará: masajes descontracturantes.

Esta situación está muy lejos de lo que en realidad ocurre cuando notamos esta sensación que asociamos a las contracturas.
Por lo tanto, es necesario hacer un cambio de término, y en vez de hablar de contracturas, hablaremos de DOLOR, y esto no conlleva lesión del tejido muscular.

Gracias a la evidencia científica, sabemos que lo que entendemos como una contractura hace referencia solamente a una sensación, algo que depende del procesamiento de nuestro sistema sensitivo.

Ahora que sabes que no tienes nudos en los músculos, te preguntarás por qué te duele entonces la espalda…

El por qué del dolor es un asunto más complejo, y no se explica con que tengas una contractura, la «cadera desviada» o cualquier otra justificación biomecánica que podamos imaginar.

Determinar el origen causal del dolor es improbable, ya que la mayoría de veces no se puede asegurar cuál es… lo que no quiere decir que no sea tratable.

Puede haber dolor por una lesión, lesión sin generar dolor y dolor sin existir lesión; lo que hace complicado eso de determinar la causa del dolor.

¿Cómo tratar la contractura de la espalda?

Lo primero que pensamos al considerar como nuestro problema una «contractura» es el poder del masaje.

Como si de una masa se tratase, hemos creído que los fisioterapeutas tenemos la capacidad de manipular la musculatura para deshacer estos supuestos nudos.

Este pensamiento perpetuo ha generado una tendencia a elegir herramientas de tratamiento pasivas como el masaje pese a existir mejores alternativas.

Existen otras técnicas pasivas como las movilizaciones articulares, las manipulaciones de alto impulso, punción seca, etc.

Esto no quiere decir que el masaje no sea una opción, solo que no se emplee como herramienta única para tratar estas situaciones.

Otro problema es recogen estas terapias es la justificación de su efecto. Habitualmente lo asociamos a recolocar huesos en su sitio, o al estiramiento del tejido muscular…

Sin embargo, no tenemos la capacidad manual de generar dichos efectos con ninguna de las técnicas de fisioterapia. El efecto de la terapia manual es principalmente neurofisiológico.

Este mecanismo es comparable a tomarse una pastilla, funciona a corto plazo aliviando los síntomas. Pero solo usar esta opción, en muchas ocasiones es insuficiente para conseguir una mejora duradera.

Para generar cambios en el tejido, modificar su estructura y hacerlo más fuerte/resistente, y simultáneamente liberar sustancias que disminuyen el dolor, se debe utilizar ejercicio.

El tratamiento de «una contractura» debe combinar herramientas pasivas y ejercicio terapéutico para generar cambios en el tejido y disminuir el dolor por la liberación de sustancias analgésicas.

¿Cómo evitar la contractura muscular?

Para evitar las contracturas es tan sencillo como leerse este blog, ya que no existen. Pero si haremos consideraciones frente al dolor que asociamos a las «contracturas»

Es imposible evitar el dolor, y esto no es necesariamente una mala noticia. De hecho, deberíamos alegrarnos por ser capaces de sentirlo.

El dolor funciona como un sistema alarma, y nos indica qué partes de nuestro cuerpo pueden estar afectadas o en peligro de estarlo.

Generalmente, esa sensación que asociamos con las contracturas y las «malas posturas» deriva de mantener una misma posición mucho tiempo y de la falta de actividad.

Por este motivo, si queremos disminuir la probabilidad de tener esta sensación, lo principal es ser una persona activa y practicar ejercicio, como el entrenamiento de fuerza.

Sin embargo, el dolor no solo depende del estado del tejido, otros factores psicológicos y sociales pueden ayudar a producir esta sensación.

Si ya experimentas dolor «tipo contractura», lo adecuado es que acudas a un fisioterapeuta y valore si debe ayudarte o derivarte a otros profesionales sanitarios.

Si las contracturas no existen, ¿Qué es lo que noto cuando me toco?

Otro factor a considerar es que la palpación no es un método fiable para diagnosticar. Los fisioterapeutas no tenemos sensores en las manos que determinan si existen «nudos» musculares.

Otro factor es considerar que la palpación no es fiable para diagnosticar nada. Los fisioterapeutas no tenemos sensores en las manos que determinan la existencia de nudos

Si existen situaciones en las que podría percibirse una zona con más tono muscular que otra, pero la fiabilidad de la palpación varía entre diferentes personas…

Y no solo entre diferentes personas, sino la misma persona, en diferentes momentos varía la percepción sobre la tensión en una zona.

Por este motivo, si algún fisioterapeuta te dice mediante palpación que tienes una contractura en la espalda, quizás deberías cambiar de fisio.

Se ha demostrado que la zona lumbar de los pacientes con dolor es igual de «rígida» que la de las personas sin dolor… Pero la zona es más sensible al tacto.

El problema está entonces en el umbral de tolerancia al dolor por presión, que podría estar disminuido por diferentes motivos, y estímulos normalmente indoloros pueden comenzar a serlo.

Además, muchas de las zonas con «bultos» o «nudos» que notamos se corresponden con la morfología muscular de cada individuo, y no con alteraciones de la forma «normal».

Resumiendo:

Las contracturas no existen, la explicación clásica que se proporciona a esta sensación es un comodín en el que se incluyen muchas opciones responsables del dolor

Por lo que en tus músculos no se forma nudos, por tener una «mala postura», por entrenar con mucho peso o no estirar…

Sentarte «mal», tener la cabeza adelantada, no estirar o levantar peso, no es peligroso para tu espalda y no van a generar contracturas

Tampoco tienes los músculos «acortados» ni esta situación es la causa de tu dolor.

El dolor se puede producir por diferentes causas, y no siempre se relaciona con la existencia de una lesión en tus tejidos.

El tratamiento para el dolor precisa de una valoración adecuada y un diseño personalizado de un programa que combine terapias pasivas y ejercicio terapéutico.

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PUNCIÓN SECA Y DOLOR https://jgonzalez-fitnesscoaching.com/puncion-seca-y-dolor/ Thu, 25 Aug 2022 09:36:52 +0000 https://jgonzalez-fitnesscoaching.com/?p=4234 La punción seca es un tratamiento cada vez más utilizado por los fisioterapeutas ¿Pero realmente sabes en lo que consiste y para qué sirve? Pese a su popularidad, es solo una herramienta más del abanico de competencias de la fisioterapia, y debe ser vista como una técnica complementaria. Su objetivo principal es la disminución de […]

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La punción seca es un tratamiento cada vez más utilizado por los fisioterapeutas ¿Pero realmente sabes en lo que consiste y para qué sirve?

Pese a su popularidad, es solo una herramienta más del abanico de competencias de la fisioterapia, y debe ser vista como una técnica complementaria.

Su objetivo principal es la disminución de los síntomas a nivel músculo-esquelético, principalmente alivio del dolor y de la sensación de rigidez.

Enfocarlo como un tratamiento exclusivo, sin combinarlo con otras técnicas y el ejercicio terapéutico, podría ser insuficiente para el tratamiento del dolor.

¿QUÉ ES LA PUNCIÓN SECA?

La punción seca es un procedimiento invasivo, en el que se atraviesan diferentes planos cutáneos y musculares mediante una aguja.

El término «seca» hace referencia a que con la aguja no se inyecta ninguna sustancia en el organismo. Las agujas empleadas son similares a la de acupuntura.

Por la definición de la técnica, podrías pensar que la punción seca y la acupuntura son similares, pero realmente una no tiene que ver con la otra.

Mientras la punción seca es una herramienta de la fisioterapia que se basa en aspectos científicos para justificar sus efectos, la acupuntura es una pseudociencia.

¿CÓMO SE HACE LA PUNCIÓN SECA?

El procedimiento de punción seca debe seguir unas pautas básicas para proteger la salud del paciente, ya que no deja de ser un procedimiento invasivo.

El fisioterapeuta debe usar guantes para realizar la punción, previamente haberse desinfectado las manos y desinfectar la zona de punción.

Se busca el punto de dolor del paciente, ideal si coincide con sus síntomas, y la punción se puede hacer en pinza o plana principalmente.

A continuación, se introduce la aguja con un golpe seco y se retira la guía para poder introducirla en planos más profundos.

¿POR QUÉ FUNCIONA LA PUNCIÓN SECA?

El mecanismo porque la punción seca tiene efecto está aún en estudio, pero se puede afirmar que no se justifica por el efecto mecánico de la aguja.

Podríamos pensar si utilizáramos un razonamiento mecánico, que la aguja al pasar por la musculatura rompe «contracturas» o «nudos» musculares.

La realidad es que hay varias hipótesis que se encuentran en estudio ahora mismo, pero las que más peso tienen atribuyen su efecto a factores neurofisiológicos.

Esto quiere decir que la punción seca tiene su efecto por la activación circuitos neuronales relacionados con el dolor y liberación de sustancias que buscan disminuir el dolor principalmente.

¿CUÁNDO USAR LA PUNCIÓN SECA?

Actualmente, la evidencia científica relacionada con la punción seca no es de alta calidad. Los estudios muestran que por sí sola no es un tratamiento eficaz al medio-largo plazo.

La punción seca debe verse como una llave, que nos permita trabajar con otras herramientas al disminuir el dolor/rigidez del paciente.

Es importante dejar este aspecto claro, porque de lo contrario podrían crearse expectativas erróneas frente al empleo de esta técnica, incluso generar dependencia.

La punción es una técnica que trabajará sobre los síntomas del paciente, con el objetivo de permitir el uso de otras herramientas que tiene la fisioterapia.

CONTRAINDICACIONES DE LA PUNCIÓN SECA

La punción seca es una técnica que conlleva sus riesgos, y su utilización siempre debe atender a un riesgo-beneficio para el paciente. Existen contraindicaciones absolutas y relativas.

Las contraindicaciones absolutas, situaciones en las que no se debe realizar la punción, contemplan la incapacidad de dar un consentimiento informado, miedo a las agujas y linfedema (riesgo de infección).

Las contraindicaciones relativas, son situaciones en las que el profesional debe determinar si el paciente puede beneficiarse de la técnica. Las más importantes son:

Tendencia al sangrado anormal y vasculopatías, enfermedades o medicación que comprometan el sistema inmune por el riesgo de infección, diabetes, embarazo, alergias,

¿QUÉ BENEFICIOS TIENE LA PUNCIÓN SECA?

Los principales beneficios de esta técnica se reducen a la disminución del dolor y la disminución de la percepción de rigidez.

Sus beneficios se han trasladado a otros campos como los síntomas de algunas enfermedades neurológicas como la espasticidad o la rigidez

Sin embargo, su efectividad se encuentra todavía en estudio. Lo que si sabemos es que la punción seca es eficaz disminuyendo el dolor y la sensación de rigidez.

Pero no tiene efectos demostrados a medio-largo plazo en el dolor, la recuperación de la actividad y otras medidas funcionales.

EFECTOS SECUNDARIOS DE LA PUNCIÓN SECA

La punción seca no deja de ser un procedimiento invasivo en el que se genera una lesión en los tejidos.

Por este motivo, es una técnica que se encuentra asociada a unos efectos secundarios, los cuales pueden afectar en mayor o menor medida a nuestros pacientes.

Uno de los efectos secundarios es el propio daño que es ocasionado por la aguja en el tejido. Sin embargo, es de pequeño calibre y el tejido se regenera rápidamente.

Otro de los efectos asociados es el dolor postpunción, el cual aparece en las primeras 24 horas en la zona de la punción y se suele resolver a las 48 horas.

Ambas situaciones son muy leves, y no representan un peligro ni una contraindicación por si mismas a la hora de realizar esta técnica.

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¿Cuándo debo ir al fisioterapeuta? – descubre las razones. https://jgonzalez-fitnesscoaching.com/cuando-debo-ir-al-fisioterapeuta-descubre-las-razones/ Fri, 22 Jul 2022 20:14:12 +0000 https://jgonzalez-fitnesscoaching.com/?p=4112 ¿Sabrías enumerar varias razones por las que acudir al fisioterapeuta? El fisioterapeuta es un profesional sanitario que puede actuar sobre la prevención, tratamiento y disminución de los síntomas derivados de problemas musculoesqueléticos. El avance de la ciencia ha mostrado que la actuación del fisioterapeuta es útil en muchos campos, desde la pediatría, enfermedades cardiovasculares, neurológicas […]

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¿Sabrías enumerar varias razones por las que acudir al fisioterapeuta? El fisioterapeuta es un profesional sanitario que puede actuar sobre la prevención, tratamiento y disminución de los síntomas derivados de problemas musculoesqueléticos.

El avance de la ciencia ha mostrado que la actuación del fisioterapeuta es útil en muchos campos, desde la pediatría, enfermedades cardiovasculares, neurológicas o metabólicas, procesos oncológicos, etc.

Puede actuar mediante la educación, prevención y pre-habilitación del individuo, tratando patologías ya instauradas, o bien sobre procesos crónicos/persistentes.

En esta ocasión nos centraremos en hablar sobre los campos de actuación del fisioterapeuta sobre el dolor y el sistema musculoesquelético.

A continuación proporcionaremos 5 razones para ir a fisioterapeuta:

DOLOR

El dolor es uno de los motivos de consulta más habituales en los centros de fisioterapia, y representa un problema de salud a nivel mundial.

En estos casos, el fisioterapeuta debe realizar una valoración de los síntomas y determinar si es un problema de su competencia, o es necesaria una derivación a otro profesional sanitario.

La fisioterapia puede beneficiarte en diferentes aspectos del dolor, no siempre el objetivo del tratamiento es la resolución completa de los síntomas.

En ocasiones la mejora puede ser una disminución de la intensidad de dolor, la disminución en la frecuencia de los episodios, una reducción en la duración del dolor.

Para proporcionar los beneficios sobre el dolor, la fisioterapia tiene dos grandes grupos de técnicas.

Lo ideal es la combinación de ambas en función de la fase en la que se encuentre el paciente.

El primer grupo de técnicas son las pasivas, enfocadas a la disminución de los síntomas. Forman parte técnicas de terapia manual, agentes físicos o procedimiento invasivos.

El segundo grupo es el de las técnicas activas, destinado a la continuar disminuyendo síntomas y crear adaptaciones en los tejidos.

REHABILITACIÓN DE LESIONES

Cuando se produce alguna lesión, los componentes afectos y su entorno, deben readaptarse para poder volver a realizar esfuerzos similares previos a la lesión.

En función del grado de la lesión y los componentes afectos, el fisioterapeuta determinará si es necesario o no el trabajo de rehabilitación específico antes de volver a la actividad.

En numerosas ocasiones, las lesiones se acompañan del dolor, por lo que el tratamiento se asemeja al del apartado anterior.

En estos casos, el trabajo principal requiere de ejercicio terapéutico enfocado a la actividad a recuperar.

Es importante también el desarrollo de estrategias enfocadas a disminuir el riesgo de lesión. Para ello, la rehabilitación con ejercicio terapéutico y la combinación con estrategias como el vendaje pueden ser de ayuda.

LIMITACIÓN DE LA FUNCIÓN

En ocasiones, ya sea por dolor o por una disminución de la movilidad en las articulaciones, podemos ver comprometida nuestra capacidad para realizar tareas cotidianas, laborales o recreativas.

Desde poder alcanzar algo en una despensa alta, desabrocharse el sujetador, atarse los cordones de los zapatos, correr o incluso levantarse de la cama.

Uno de los objetivos principales de la fisioterapia es este mismo, recuperar o mantener una función.

En estos casos, la terapia manual y/o el ejercicio terapéutico son la combinación adecuada para conseguir recuperar o mejorar la función.

ENFERMEDADES DEGENERATIVAS

Otro de los escenarios en los que la fisioterapia puede actuar es en la paliación de lo síntomas.

En enfermedades de carácter degenerativo, como pudiera ser la esclerosis múltiple o el párkinson, el ejercicio terapéutico tiene el objetivo de preservar la función lo máximo posible.

De este modo, se puede frenar el avance de las limitaciones funcionales derivadas de la disminución de la capacidad motora.

En este caso, uno de los objetivo es mantener a las personas lo más independientes posibles, así como trabajar sobre su calidad de vida.

Sin embargo, el pronóstico vendrá determinado principalmente por la patología subyacente a la situación.

INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS

Los beneficios de la fisioterapia en la preparación antes de una cirugía están demostrados en la literatura científica de diversos escenarios quirúrgicos; mejorando el pronóstico de recuperación y disminuyendo la estancia hospitalaria.

De igual manera, tras una cirugía mayor la fisioterapia es clave en la recuperación. Pensemos por ejemplo en una prótesis o una reparación de ligamentos/meniscos.

Es importante, en esta situación, recuperar los tiempos de curación biológica de cada tejido, por lo que la intervención con fisioterapia estará determinada por esta fase de curación.

En las primeras fases la fisioterapia se encarga de disminuir el dolor y/o el componente inflamatorio y preservar la movilidad.

A medida que el proceso de curación permite la introducción de cargas mayores, el componente de ejercicio debe ir aumentando su presencia y la intensidad.

De modo que el objetivo sea recuperar la máxima funcionalidad posible, y asemejarse a la situación previa a la operación.

¿ES RECOMENDABLE IR AL FISIOTERAPEUTA SI NO TENGO NINGÚN SÍNTOMA?

Como hemos hablado, uno de los campos de actuación del fisioterapeuta es la prevención. Sin embargo, en estos casos la herramienta a emplear es el ejercicio terapéutico.

El empleo de terapia manual carece de sentido preventivo, ya que sus efectos principalmente están destinados a la modificación de síntomas.

Si nuestra intención es prevenir la aparición de dolor, lesiones o enfermedades, nuestra herramienta de elección es el ejercicio.

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MENTIRAS QUE TE HAN CONTADO DEL DOLOR DE ESPALDA https://jgonzalez-fitnesscoaching.com/mentiras-que-te-han-contado-del-dolor-de-espalda/ Tue, 31 May 2022 16:59:11 +0000 https://jgonzalez-fitnesscoaching.com/?p=3761 Si todavía crees que existe una postura «correcta» para sentarte/recoger algo del suelo, y la culpas de tu dolor de espalda, quizás deberías seguir leyendo… El conocimiento actual sobre el dolor de espalda ha evolucionado mucho en el ámbito científico, pero no ha llegado completamente a la sociedad. Como consecuencia, vivimos rodeados de creencias que […]

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Si todavía crees que existe una postura «correcta» para sentarte/recoger algo del suelo, y la culpas de tu dolor de espalda, quizás deberías seguir leyendo…

El conocimiento actual sobre el dolor de espalda ha evolucionado mucho en el ámbito científico, pero no ha llegado completamente a la sociedad.

Como consecuencia, vivimos rodeados de creencias que ya sabemos que no se corresponden con la realidad.

En el blog de hoy, iremos desmintiendo algunas de las afirmaciones más comunes sobre el dolor de espalda junto con nuestro fisioterapeuta Airá Rodríguez.

«TE SIENTAS MAL Y POR ESO TE DUELE LA ESPALDA»

En numerosas ocasiones habrás escuchado a alguien decir que le duele la espalda porque tiene una postura «mala», generalmente en el entorno laboral.

Sin embargo, no existen pruebas que relacionen el dolor y la posición en la que te sientas, la silla que usas o como tienes posicionada la cabeza.

En estos casos el dolor suele estar relacionado con hábitos de tendencia sedentaria, factores asociados al entorno laboral, y posiciones mantenida mucho tiempo.

No duele porque te coloques de forma «incorrecta», sino por mantener la posición mucho tiempo. Piensa cuánto tiempo pasas sentado/a sin cambiar de postura.

Este comportamiento produce una disminución de sangre (oxígeno y nutrientes para las células), y el cuerpo reacciona generando dolor para que te muevas.

«TE DUELE LA ESPALDA PORQUE TIENES LA COLUMNA DESVIADA»

Es frecuente también justificar el dolor de espalda basándose en su forma. Existen muchos diagnósticos basados en la desviación de la simetría corporal «normal».

Existen grados de desviación que pueden ser patológicos y generar limitaciones en la función respiratoria, cardiovascular, el movimiento… Pero lo más habitual es que sean asintomáticas.

Destaca la escoliosis, la rectificación de las curvas cervical o lumbar, o la «exageración» de las curvas hiperlordosis o hiperlordosis.

Sin embargo, la ciencia ha mostrado que no existe relación entre el dolor de espalda y la desviación o rectificación de las curvas.

«TIENES ARTROSIS, ES NORMAL QUE TE DUELA LA ESPALDA»

Los cambios degenerativos son completamente normales a lo largo de la vida, y la ciencia muestra que hasta 66% depende de factores hereditarios.

Solamente el 2-10% de estos cambios en los tejidos se explican por factores relacionados con el movimiento y nuestra actividad diaria.

Esto supone que la aparición de artrosis o la presencia de hernias no se justifiquen mayoritariamente por nuestras actividades deportivas/laborales, sino por nuestros genes.

Por lo que afirmaciones como «tienes artrosis en las rodillas porque corres» o «tienes una hernia por levantar peso» podrían no ser ciertas en el 90% de los casos.

Estos procesos son esperables con el tiempo, y es necesario asimilar es un proceso igual al que la piel se nos arrugue con la edad.

Cada vez más estudios muestran que la degeneración observada en una resonancia magnética/radiografía no es sinónimo de dolor, así como las arrugas tampoco duelen.

El dolor persistente no debe normalizarse. La aparición de dolor tiene un objetivo, protegernos e informar de que algo no va bien, por ejemplo: un corte.

Pero en ocasiones, puede perder su función protectora y mantenerse más de lo necesario. Imagina que el corte cicatriza y te sigue doliendo la zona.

«TENGO UNA VÉRTEBRA DESCOLOCADA»

A veces, si acudes a tu fisioterapeuta/osteópata, mediante una serie de pruebas palpatoria en la espalda podrían decirte que tienes las vértebras «descolocadas».

Como si fueras un puzzle, automáticamente procederán a realizar una técnica de «reajuste», eso de «crujir las vértebras». Posteriormente argumerarán que la han «recolocado» en «su sitio».

Aunque muchos lo sigan empleando, las vértebras no están «fuera de su sitio» y menos se «recolocan» con una manipulación vertebral.

¡Imagínate que cada vez que te dieras un golpe se te movieran los huesos de su lugar!

«MI DOLOR VIENE PORQUE MI MUSCULATURA ESTÁ ACORTADA»

Otro de los razonamientos recurrentemente empleados para justificar el dolor de espalda es el acortamiento muscular. Los clásicos culpables han sido los isquiosurales y el psoas.

Esta situación probablemente haya surgido de las sensaciones dolorosas de acortamiento referidas por los pacientes, y por el razonamiento estructural que ha estado en auge los últimos años.

Como consecuencia, los fisioterapeutas nos hemos escudado en estos músculos como culpables, y orientado nuestras intervenciones hacia ellos.

Sin embargo, la ciencia no ha podido relacionar estos supuestos «acortamientos» en el caso del dolor musculoesquelético como origen del dolor.

Por este motivo, el empleo de estiramientos como tratamiento para prevenir/tratar el dolor de espalda no tiene ningún fundamento científico y no está justificado.

«ME DUELE LA ESPALDA PORQUE HICE UN EJERCICIO/MOVIMIENTO MAL»

Muchas veces asociamos el dolor de espalda a causas mecánica: un «mal movimiento» o un «mal gesto». Como si el cuerpo estuviera diseñado para moverse solo de una forma.

Todos los movimientos son válidos, nuestro cuerpo permite una gran variedad de formas para hacer una misma tarea.

En el mundo del entrenamiento ocurre lo mismo. Existen técnicas que son más eficientes para levantar un peso o activar la musculatura diana.

No te vas a lesionar por hacer una sentadilla en la que la rodilla pase por delante del pie, o por hacer un ejercicio con la espalda «doblada».

El problema está en muchas ocasiones en la capacidad del tejido (músculos, tendones, huesos, nervios, vasos…) para aguantar una carga.

Por muy «bien» que hagamos un movimiento, si nuestro tejido no está adaptado a esa carga, la probabilidad de sufrir alguna lesión o dolor es mayor.

«TENGO LA ESPALDA LLENA DE CONTRACTURAS»

Una de las justificaciones más clásicas a la hora de determinar el origen del dolor en la musculatura es la presencia de contracturas.

Esta palabra, que genera una construcción mental en el cerebro relacionada con «nudos» en nuestra musculatura, ha sido empleada recurrentemente por los fisioterapeutas.

Generalmente el procedimiento que hemos seguido para determinar la existencia de estas contracturas ha sido palpar la zona dolorosa en la musculatura, ya la hemos empleado para justificar muchos procesos de dolor.

Hoy sabemos que la sensación de rigidez asociada al dolor es una percepción subjetiva, independientemente del estado del tejido y que no existen tales nudos.

Los estudios muestran que la espalda de pacientes con dolor lumbar y personas sin dolor es igual de rígida, pero los pacientes son más sensibles al tacto.

¿QUÉ DEBERÍAS SABER SOBRE TU DOLOR DE ESPALDA?

1. No existen las buenas ni las malas posturas, lo perjudicial y que puede contribuir a generar dolor es mantener una misma posición mucho tiempo.
2. Las asimetrías y las «imperfecciones» son variabilidades anatómicas normales, no patológicas.
3. No hay movimientos «malos», lo determinante es la carga. Pero al igual que crecen los músculos, nuestro cuerpo puede adaptarse a diferentes esfuerzos.
4. La presencia de fenómenos degenerativos es normal, esperable y no necesariamente origen de síntomas. Tampoco su presencia debe ser un impedimento para hacer ejercicio.
5. Los acortamientos, contracturas y desajustes vertebrales no son una explicación válida para el dolor, ni deben condicionar el tratamiento empleado.

BIBLIOGRAFÍA
La información expuesta en esta publicación ha sido extraída de publicaciones científicas, para información más específica podéis visitar las siguientes fuentes:
– The fall of the postural-structural-biomechanical model in manual and physical therapies: exemplified by lower back pain. 2011. (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21419349/)
– Feeling stiffness in the back: a protective perceptual inference in chronic back pain. 2017.(https://www.nature.com/articles/s41598-017-09429-1)
– Explain pain. Butler D. (libro)»

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